El precio de la imprudencia

El precio de la imprudencia

Emma Rogers, Traducido por Daniela Garcia

Los guardias de seguridad del campus tienen la tarea de proteger las vidas de los estudiantes.

El Diputado Escolar Scot Peterson falló en su deber. ¿El resultado? Diecisiete muertos.

El 14 de febrero, se produjo una trágica masacre de estudiantes y personal en Marjory Stoneman Douglas High School. Nikolas Cruz, un ex alumno de MSD, ingresó a la escuela a las 2:21 p.m con un AR-15.

En seis minutos, 17 personas fueron asesinadas a tiros, mientras que muchas más resultaron heridas.

El oficial Peterson estaba en el campus en el momento del brutal ataque, pero no entró a la escuela a parar al tirador. En cambio, Peterson se quedó fuera del edificio y esperó. Inmediatamente después del incidente, Peterson fue suspendido sin pago, y finalmente fue despedido de la Oficina del Sheriff del Condado de Broward.

Peterson tenía el deber de entrar y detener a Cruz durante el momento de los asesinatos, pero en su lugar se congeló, sin moverse, justo afuera de las puertas principales.

Peterson debería haber ingresado en el edificio de primer año y enfrentar al asesino. Esto podría haber salvado muchas vidas y evitado muchas lesiones. Cuando Peterson tomó el papel de un oficial de policía, se le dio el deber de poner la vida del público por encima de la suya. La primera prioridad de Petersons deberían ser las vidas de las personas a quien el decidió proteger.

Peterson declaró que creía que los disparos provenían del exterior, pero tenemos que considerar si esto podría ser una excusa lamentable para no cumplir con su papel como oficial de policía armado.

Ingresar al edificio podría haber terminado de muchas maneras diferentes para Peterson, habría arriesgado la posibilidad de que le dispararan, o incluso peor, lo mataran. La falta de ayuda de Peterson podría deberse al temor a estos resultados.

Pero el temor a la muerte no es una excusa viable para dejar que otros mueran. No podría vivir conmigo mismo después de haber permitido a sabiendas que los niños murieran, después de haber puesto el valor de mi propia vida sobre la de ellos. Esta es la definición de homicidio imprudente, un delito en el cual el perpetrador era consciente de que su acto o falta de acción (cuando hay un deber legal) resultará en una muerte humana, pero ignora el riesgo y continúa actuando de esa manera.

Muchas personas que causan la muerte de otros debido a un comportamiento imprudente pueden cumplir hasta quince años de prisión. Peterson se saldrá con una bofetada en la muñeca y la tarea de encontrar un nuevo trabajo. Esto de ninguna manera es justo, ya que puede seguir viviendo su vida, cuando permitio que otros pierdan la suya.