Todos los años, las senior y las junior de SBHS se enfrentan en un tiempo honrado, un feroz juego de fútbol. A pesar de que, tradicionalmente,  las chicas senior ganan, ellas usualmente no ganan dos veces. Este año, ellas lo hicieron.

“Tenia un monton de fe en mi equipo de que íbamos a dar una buena pelea,” dijo las senior de SBHS y vice-capitán Laura-Marianie Bassette.

Su fe no la iba a decepcionar. En un juego para morderse las uñas que terminó en tiempo extra, las senior pujaron hacia una victoria con el marcador 24-14.

“No estaba 100% segura de que ganaremos, pero al final pudimos poner en práctica todo lo que habíamos estado practicando para poder ganar,” dijo Bassette.

Por tres días, los senior estuvieron practicando los tiros y volviendo a ver sus antiguos partidos. Todas las senior del equipo habían estado en el equipo de junior del año pasado que fue vapuleado por los senior de ese año.

“El año pasado, las junior, nosotros, practicamos con una botella de agua vacía, este año finalmente conseguimos las pelotas para poder practicar,” dijo la capitana senior e integrante del equipo Alexandra Gonzales.

Las banderas no estaban disponibles, así que este año los participantes fueron forzados a jugar un juego de toque a dos manos. También se les dio la mitad del campo para jugar. Esto resultó en un juegos menos que óptimo para los jugadores.

“Eso fue como un gran juego de etiqueta, en vez de la bandera de fútbol,” dijo Gonzales. “Esto lo hizo de la peor manera posible para ambas partes.”

En las líneas de los lados, los senior realizaron una alegría estándar con sus voces profundas no tan estándar y piernas peludas que sobresalen de sus faldas plisadas. A pesar de que se suponía que los jugadores se concentraran en un punto del evento, las líneas de salto, las volteretas y el baile sincronizado fueron un alivio cómico tanto como para los jugadores como para los espectadores.

“Tu no pudiste quedarte seria cuando miraste a los chicos tratando de alegrar al público,” dijo la junior Leann Alkobi.

Aunque el juego fue breve, 30 minutos, la puntuación dice una historia diferente. En los primeros diez minutos ambos equipos anotaron un touchdown, empatando el juego con un 7-7. Diferente a los juegos tradicionales, un touchdown contó siete puntos en vez de seis.

Para la segunda mitad del juego, ambos equipos anotaron un touchdown adicional. Al sonido del timbre, con un puntaje de 14-14, el juego fue empujado al tiempo extra.

“La administración fue muy competitiva en terminar el partido con un empate,” dijo Gonzales. “Entonces dijeron: nosotros seguiremos el juego hasta que un equipo se haga con el punto”

Los senior prevalecieron y finalmente anotaron el último touchdown, ganando el juego.

Como siempre ha sido el resultado, todo fue diversión y juegos para todos los jugadores.

“Escogí jugar porque adoro la bandera del fútbol,” dijo Bassette. “Pudimos ser parte del espíritu escolar que hizo todo más divertido.”